viernes, 4 de noviembre de 2011

Carta abierta a los profesores de colegios privados en Chile

Yo, como ustedes, soy profesora en un colegio privado, repito, privado...Antes los llamaban "particulares", pues algo tenían que los diferenciaba. Tal vez, ahora, un poco más terrible, es bueno que las cosas se digan por su nombre. Yo, como ustedes, soy profesora de un colegio privado, privado porque priva.
No deja de impresionarme como todos, incluso los dirigentes estudiantiles, llaman a ésta la "buena educación para los privilegiados". Si acaso la buena educación tiene que ver con el resultado cifrado, que más bien se logra trucando el modelo curricular hasta transformarlo en un preuniversitario, parece que me equivoqué de profesión cuando pensé que quería dedicarme a "enseñar".

Nosotros enseñamos en colegios que dan "buena educación", nosotros enseñamos en los colegios donde probablemente se educaron los gerentes de La Polar, los dueños de las farmacias que se coludieron en nuestro olvido. Seguramente de los colegios de los "bien educados" egresaron la mayoría de los que hoy deciden cuánto es el mínimo que debe ganar un trabajador, mientras con la misma suma ellos pagan los gatos comunes de su departamento en la playa.

En uno de estos "buenos colegios" deben haber "bien educado" al médico que se hace dueño de una clínica, para que no le tenga asco a la muerte si no va acompañada de un cheque en garantía. De los mismos "buenos colegios" salieron los que hoy se asocian para crear universidades y de paso enriquecerse con los sueños de los "Mal educados".
De los pocos y "bien educados" son los puestos de los que hoy ocupan el senado, los mismos que van a misa, como en su tiempo "educadamente" asistían de cómplices a la muerte y la tortura.

De nuestros colegios "privilegiados", salen los padres, que luego son apoderados, apoderados que ponen a sus hijos en colegios para "bien educados", no porque les guste tanto, si no para armar sus redes sociales para negocios de "buena educación".
Es espantoso como todos se llenan la boca hablando de que ésta es la "buena educación", como convencen de esto a los estudiantes que ahí se forman, las peores víctimas de todo. Porque si, porque los que estudian en Municipales, los "Mal educados" al menos saben que están mal y luchan por cambiarlo. Los "mal educados" parecen jóvenes, es decir, se ríen, pelean, brillan, creen, le ponen el cuerpo a la vida. 


Mientras que a los "Bien educados" los educan para creerse "privilegiados" porque saben donde está Harvard y hasta pueden haber ido al Louvre...Pero no saben cómo cresta se llega a la Estación Central... Lo más triste es que ni sospechan que se siente en las venas cuando la sangre corre por una lucha y cuando el cuerpo le pierde respeto a la muerte porque quiere una vida digna que se escriba por un nosotros...
¡Ya está bueno de tanta mentira! Este país está "gobernado" por gente que fue "bien educada" y ESTE PAÍS es el resultado de esa BUENA EDUCACIÓN...

¿Que parte de Educación, digna, gratuita y de CALIDAD para TODOS, no se entiende?

Lorena Herrera Phillips
  

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Santiago Crónico: el antes.hoy de una ciudad

Este sitio pretende hacer un paralelo entre la importante labor que realizaron los cronistas de principio de siglo al retratar Santiago, y los textos que, abordando la misma temática, realiza décadas después un grupo de jóvenes escritores. Nuestra ciudad, naturalmente, ha cambiado, no es la misma, y si Joaquín Edwards Bello escribió alguna vez que la Estación Central fue "un barrio sórdido, desabastecido, de calles polvorientas en verano, cenagosas en invierno; cubiertas constantemente de harapos, desperdicios de comida, chancletas y ratas podridas”, lo esencial para las pretensiones de Santiago.Crónico es hacerse cargo de sus palabras, reconstruirlas como templo en ruinas y proclamarse dueño del antes.hoy de ésta, nuestra ciudad.


Primeras Crónicas: Domingo 11 de Septiembre
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