miércoles, 30 de julio de 2008

No piense, solo escriba

- ¿Qué te pasó? ¿Por qué no fuiste?
- ¡Qué te importa weon copuchento, ni que me echaray de menos hipócrita de mierda!"

Pero al final despierto y apelo a la sensatez, el respeto y la buena onda:

- "Me quedé dormido"

"Me quedé dormido". "Dormido" en gerundio.
Y qué tanto. Quise quedarme. Qué importa. A quién le importa. A nadie.
Me levanto a las 2 pm. (Si se va a flojear, flojiemos bien) ¡Qué tarde! ¡Qué wn más flojo! Qué importa. Cuando se duerme se sueña. Y los sueños son más provechosos que las clases de Biología. Y yo quiero soñar, no saber cómo está compuesto mi ojo. El ojo sirve para ver, no lo cuestionemos más al pobre. Déjenlo hacer su hermosa pega, que nos permite mirar, aunque no siempre observar.

Hoy no quise complicaciones.
Y no poder ganar en Winning por ser un inexperto con un play station prestado, es penoso.
Así que selecciono Brasil con todas sus figuras (las mismas que quieren venir a hacernos cagar al Nacional el próximo mes), y pongo el nivel más fácil: Una estrella.
19 - 0. No... a último minuto (mejor conocido como el desesperante LOSSTIME) gol de Adriano. 20 - 0 sobre Costa Rica.

Soy seco para este jueguito. Que weon más seco.
Gano la final contra Francia (23-0) y apago el play prestado por Morales hasta el 2044.
Despierto nuevamente a la realidad. La situación era la siguiente: Un diesicieteañero flojeando en la casa, jugando Winning contra equipos que no saben jugar fútbol, ganando, y sintiéndose insuperable.
Realmente, qué pena.
Quiero irme lejos, vivir alguna loca e imposible historia de amor como las de Serrano, o ir a mirar la puerta de Alcalá (en una de esas se me abre, como a Kevin Johansen).
Irme y hacer lo que quiera, vivir plenamente, sin notas de por medio ni horarios que respetar porque a algún tipo se le ocurrió inventar el tiempo. El tiempo no existe. La típica afirmación que nadie pesca mucho, o la creen pero siguen estando en un "tiempo". Como yo.

Y acabo de perder en poker. Y tenía trío de ases, pero el otro, con su full horrible de treses y doses me ganó. Obvio.
Y Lost sufre de una descordinación entre audio e imagen. Y esperé 5 horas que se bajara.
E Ismael canta, y yo lo escucho por los parlantes del computador, cuando podría haberlo visto en vivo una vez más, pero no me acuerdo qué mierda pasó que no fuí, y ahora me arrepiento tanto, tanto te quiero, que en este abrazo se me acaba el universo... por lo menos viene Filio, algo bueno. Pongamos Filio. No lo escucho desde hace meses.
Y es que mis gustos musicales pasan por épocas. Quizás el que me conoce bien no me creería que pasé más de un año sin escuchar la aguda voz de Silvio Rodríguez.
Y obvio, si me quedé afuera para el concierto del 2005. De picado lo saqué de mi vida. Pero volvió. Todo vuelve.

Para ir terminando, diré que todo este texto sin mucho sentido es culpa de cierta persona que me dijo una vez: "No piense, solo escriba".
Supongo que le hice caso.

Esto es super loco: Mientras escribo esto hago un trabajo sobre Hitler, uno de los mayores asesinos del mundo.
Y también, mientras escribo todo esto, hago un trabajo sobre Gandhi, el mejor hombre que ha pasado por este mundo.

¿Se dan cuenta? ¿¿Se dan realmente cuenta de lo que esto significa??
¡Los hombres SI pueden hacer varias cosas a la vez!

Sin nada más que decir, me despido.

Namaste y buena suerte.

lunes, 14 de julio de 2008

En sus zapatos.

Ellas bailaban. De vez en cuando paraban a descansar ya que sus inclinadas posiciones no les permitían bailar mucho tiempo.
Los dos negros (sus parejas) no pararon de moverse en toda la noche, al ritmo de la música que sonaba fuertemente por los grandes parlantes.
Bailaban y bailaban, y sin embargo, no parecía que lo disfrutasen mucho. De hecho, así era. Estaban obligados a bailar, y si descansaban, era por mera suerte.
Lo mismo para ellas. Los cuatro bailarines estaban sometidos. Nada podían hacer, más que bailar, y sólo podían esperar que algo superior los dejara descansar tranquilamente.